POR LA QUITA DE SUBSIDIOS A LA LUZ SE CUADRUPLICAN LAS FACTURAS DE PYMES, EDIFICIOS, HOTELES Y EL ALUMBRADO PÚBLICO

Empezaron a llegar con aumentos en las tarifas superiores al 300% para usuarios no residenciales.Se siente el impacto en las expensas, el alumbrado público municipal y otros sectores como Turismo, Salud, Educación y clubes de barrio.

La quita de subsidios que definió la Nación en febrero para eliminar el déficit fiscal llevó a que se cuadrupliquen las facturas de energía eléctrica de los usuarios no residenciales como pymes del comercio y la industria, edificios -con impacto en las expensas-, sanatorios, hoteles y el alumbrado público de los municipios, entre otros.

El aumento de las tarifas es un elemento central del programa económico de Javier Milei y Luis Caputo, en dos direcciones: un ajuste equivalente a 3.000 millones de dólares en subsidios a la energía y la recomposición de la caja de las distribuidoras para mejorar la calidad del servicio público.

El mes pasado, el Gobierno eliminó todos los subsidios a la luz, excepto los dirigidos a los hogares de ingresos bajos y medios (Nivel 2 -N2- y Nivel 3 -N3- de la segmentación, respectivamente). Además, en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) autorizó un incremento en los márgenes de Edenor y Edesur, mientras que las provincias fueron ajustando los ingresos de las distribuidoras y cooperativas que regulan en sus jurisdicciones.

En los últimos días se empezaron a sentir en todo el país esos efectos. Según contaron a Clarín fuentes del sector energético, el hotel de un importante empresario en Mendoza pasó de pagar $ 15 millones por mes en electricidad a $ 65 millones, con menos cantidad de turistas alojados. Se trata de una suba del 333%.

El intendente de Esteban Echeverría, Fernando Gray, protestó porque recibió en su municipio una factura de alumbrado eléctrico con un aumento del 277%: de $ 71,8 millones que pagaba en febrero a $ 271,1 millones en marzo. En la Ciudad de Buenos Aires, fuentes de la administración informaron que la boleta de luz trepó cerca de un 270%. Y en Mar del Plata, un 337%.

“Creemos que es hora de asumir que los servicios tienen un valor y que hay que pagarlos, ya probamos con la alternativa y tenemos inflación récord”, defendió al Gobierno Ramón Lanús, intendente de San Isidro y del PRO.

Miguel Summa, presidente de la Cámara Argentina de la Propiedad Horizontal y Actividades Inmobiliarias (CAPHAI), comentó: “En un edificio de oficinas de 13 pisos sobre avenida Córdoba, alrededor de Tribunales, que pagaba $ 500.000 en febrero, la factura se fue a $ 1.700.000 este mes”. “Hay edificios donde la electricidad de la portería se fue de $ 6.000 a $ 25.000”, agregó.

Hay algunas administraciones que ya este mes están enviando los aumentos de las expensas con las aclaraciones de que parte del incremento corresponde al impacto de la energía eléctrica en el consorcio.

Victoria Loisi, abogada y miembro de la Liga del Consorcista de Propiedad Horizontal, dijo: “Este mes ya se empezó a notar el efecto y con las próximas expensas, aún más. La suba en algunos casos pudo haber sido de 350% y el impacto para los propietarios e inquilinos es proporcional a la incidencia que tiene la energía en los costos del edificio, que puede ser del 10% al 20%. En los que tienen varios ascensores o amenities, el impacto puede ser mayor”.

La situación trasciende los límites del AMBA y se multiplica en todo el país. En Córdoba, el comerciante de chacinados Darío Villarruel fue a pagar la energía con una carretilla de billetes.

El gobernador provincial, Martín Llaryora, empezó a otorgar créditos para abonar la luz en 3 cuotas. Lo mismo ocurre en Tierra del Fuego, con la cooperativa de Río Grande. Misiones también lanzó un plan para pagar la factura en tres cuotas.

En Salta, el gobernador Gustavo Sáenz protestó contra las históricas asimetrías de las facturas eléctricas entre el Interior y el AMBA, que nada tienen que ver con los subsidios al costo de la energía, que son uniformes para todo el país.

Dentro del sector energético las consideraciones son muy variadas. En una empresa aseguran: “Vemos como positivas estas medidas. Por fin se le va a dar valor a la energía y los usuarios vamos a empezar a internalizar el uso eficiente de los recursos”. En otra compañía, aunque tenían ingresos que corrían por detrás de la inflación, dudan sobre la sostenibilidad de este plan y temen que se empiece a multiplicar la morosidad.

El Gobierno, en tanto, se prepara para definir en los próximos días la Canasta Básica Energética (CBE), que se aplicaría desde mayo en todo el país y le pondrá topes a los consumos “razonables” subsidiados, siempre que representen más del 10% de los ingresos de los hogares.

Walter Martello, Defensor Adjunto del Pueblo de la provincia de Buenos Aires, estimó que los pequeños comercios pagarán entre $ 120.000 y 469.000 por mes, según sus consumos.

Y en el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) confirmaron a Clarín que un hogar de altos ingresos (N1) que consume más de 600 kilovatios-hora (kWh) mensuales tenía una boleta hasta el mes pasado menor a los $ 30.000, que ahora se incrementará a más de $ 120.000.

Un informe del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la UBA y el Conicet calculó que los aumentos a comercios e industrias en AMBA promedian el 311% y 286%, respectivamente.

Desde mayo habrá una nueva ronda de quita de subsidios a los hogares de ingresos medios y bajos, además de la actualización para los de ingresos o patrimonios altos, que podría duplicar nuevamente el costo de la energía de cara al invierno, según las primeras proyecciones de la Compañía Administradora del Mercado Eléctrico Mayorista (Cammesa).

Además, los ingresos de las distribuidoras del AMBA -el Valor Agregado de Distribución, VAD- se actualizarán mensualmente en relación a la inflación y la evolución de los salarios.

Clarín

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