La propuesta de Presupuesto para 2025, elaborada por el Poder Ejecutivo, mantiene y amplía
las reducciones presupuestarias observadas durante 2024 en las políticas destinadas a la
disminución de las brechas de género. Se advierten tanto reducciones que ponen en riesgo la
continuidad de programas como la eliminación completa de partidas presupuestarias.
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Principales hallazgos:
➔ Se eliminan partidas presupuestarias fundamentales para la prevención y asistencia ante
la violencia de género, como el Programa Acompañar y la Línea 144. El programa
Acompañar no está contemplado en el Proyecto de Presupuesto 2025 mientras que La
Línea 144 deja de contar con una partida que especifique su presupuesto.
➔ Tampoco se incluye en el proyecto la erogación asociada a Educación Sexual Integral. A
su vez, se observa un recorte del presupuesto para el Plan ENIA, con una caída del 27%
respecto al presupuesto vigente de 2024 y del 78% en comparación con lo ejecutado en
2023.
➔ El presupuesto destinado al fortalecimiento edilicio de jardines infantiles disminuye un
30% respecto al presupuesto vigente de 2024 y un 69% en relación con lo ejecutado en
2023. La inversión en Infraestructura social y del cuidado cae un 48% en relación al
presupuesto vigente de 2024 y un 83% respecto a lo ejecutado en 2023
➔ Se encuentran aumentos en políticas alimentarias. AUH y AUE ascienden 7,81%
respecto al presupuesto vigente del 2024 y 65,64% respecto al presupuesto ejecutado
en 2023, mientras que la Prestación Alimentar aumenta 25,94% respecto al presupuesto
vigente del 2024 y 4,59% respecto al presupuesto ejecutado en 2023. Sin embargo, el
Poder Ejecutivo propone eliminar el ajuste automático de estas prestaciones, lo que
dejaría a las familias bajo dos riesgos: la posibilidad de reducciones por decisiones
discrecionales y la pérdida de valor debido a la inflación..
➔ Si la inflación en 2025 supera el 18% previsto en el Proyecto, como sugieren varias
estimaciones, entre ellas el Relevamiento de Expectativas de Mercado del BCRA, las
partidas presupuestarias tendrían caídas aún más fuertes que las que se estiman en el
informe.
➔ Se han tomado decisiones de recortar el gasto en políticas claves para la prevención y
asistencia temprana de las violencias, como el Programa Acompañar, el programa de
Educación Sexual Integral, y la Línea 144. Sin embargo, atender violencias graves le
cuesta al Estado 22 veces más que prevenir y tratar violencias moderadas.
➔ La comparación de los montos de las partidas con gastos tributarios (como la exención de ganancias a magistrados y funcionarios del Poder Judicial y las exenciones tributarias que reciben el sector minero y grandes empresas de economía del conocimiento) evidencia que el debate sobre el equilibrio fiscal y el ajuste presupuestario no se limita a aspectos técnicos o contables, sino que también involucra decisiones sobre la distribución de los recursos. Este análisis sugiere que más que una falta de recursos,
podría estar en discusión cómo se prioriza su asignación.
En un reciente informe, donde analizamos la implementación de las principales políticas
públicas en materia de violencias, nos preguntábamos si estaban dejando a las mujeres
“libradas a su suerte”. De aprobarse el proyecto de Presupuesto 2025 tal cual fue presentado,
la respuesta es sí.
Es fundamental que, en el marco del debate legislativo, se reviertan estas reducciones para
asegurar el cumplimiento de los compromisos internacionales de Argentina en materia de
derechos humanos y garantizar una vida libre de violencias para todas las mujeres, niñas,
adolescentes y personas LGBTQ+.
ACIJ