Los precios de productos alimenticios esenciales escalaron un 14% producto de la devaluación de esta semana, en la que el dólar tomó impulso y subió, hasta este viernes, hasta los 64 pesos. Las empresas tomaron esta decisión por «preocupación» ante lo que pueda suceder con el valor de la divisa tras las elecciones.

De acuerdo a fuentes de cámaras de supermercados, se aceleró la «remarcación», en promedio 14%, y se espera que continúe en los próximos días. Por otro lado, empresas como Aceitera General Deheza decidió suspender la distribución de productos porque carecen de precio de referencia.

Esto hace suponer que la inflación de los próximos meses será altísima y lejos de los pronósticos del Gobierno, que afirmó que el índice de precios descenderá hacia fin de año.

El consumo, en este marco, está planchado, tal como admite una fuente del sector industrial: «Estoy absolutamente preocupado porque me están pagando ventas de agosto con cheques a diciembre, no hay pedidos y hay una incertidumbre por la falta de precios y de materia prima». Por si fuera poco, las remarcaciones que aplicaron distintas compañías del rubro dejaron si efecto los anuncios electoralistas del Gobierno como la baja del IVA en alimentos.

Vale destacar que, en septiembre, los precios mayoristas tomaron fuerza y en septiembre subieron 4,2% de acuerdo al INDEC. En los últimos 12 meses, acumulan un 46,2% y en los dos últimos se dispararon un 15,4%. Distintas consultoras económicas advirtieron que parte de ese incremento podría trasladarse gradualmente a los minoristas en los próximos meses.

En cuanto a la inflación minorista, esta fue del 5,9% en septiembre, por el impacto de la devaluación producida tras las PASO y resultó el dato más alto desde igual mes del año pasado. Se estima que la suba de precios podrían terminar en el 55%.

(de Informe Político)