La Secretaría de Finanzas y el Banco Nación (BNA) alcanzaron un acuerdo para refinanciar el bono Bonte 2021 (TS21), del cual la entidad financiera pública era el único acreedor, según supo Ámbito de fuentes oficiales al tanto de la operación. La renovación se realizó el 3 de septiembre, por fuera de la licitación que hará mañana Economía, mediante una colocación directa que permitió despejar el 35% de los vencimientos mensuales de deuda en pesos. El acuerdo, confiaron las fuentes, buscó subsanar un perjuicio ocasionado al BNA con la emisión del TS21 durante el Gobierno de Mauricio Macri, que le hizo perder al banco unos $140.000 millones.
En el Gobierno califican a este perjuicio como “otro Vicentin”, en referencia al desfalco de la cerealera que entró en default y dejó un tendal de acreedores sin cobrar, entre los cuales el mayor es propio Banco Nación (por casi u$s300 millones). La maniobra del TS21 también se realizó durante la gestión de Javier González Fraga al frente de la entidad y fue efectuada por el entonces ministro de Finanzas, Luis “Toto” Caputo.
El TS21 fue una colocación directa al BNA realizada el 13 de marzo de 2018 por medio de un canje, en el que la entidad entregó sus tenencias del Bono del Tesoro Nacional en Pesos a tasa BADLAR más 100 puntos básicos, que se había emitido originalmente en febrero de 2017 y que vencía recién el 8 de agosto de 2019. A cambio, recibió el TS21, un título con tasa fija de sólo 17,25% anual y capitalizable, en un año en que la inflación se disparó al 47,6%. Por aquella operación, la entidad no recibía ningún tipo de fondos hasta llegado el vencimiento, es decir, el próximo 13 de septiembre.
Al momento del canje realizado por Caputo y González Fraga, la tasa BADLAR que devengaba el instrumento oscilaba alrededor del 23% anual. Por el cambio de tasa aplicable (de BADLAR a fija) y la extensión del vencimiento, los funcionarios calcularon un perjuicio para la entidad cercano a los $140.000 millones al estar la nueva tasa fija (17,25%) por debajo de la BADLAR durante todo el período. Si se compara contra la inflación acumulada, la pérdida resulta aún muy superior. “El TS21 fue un bono bastante siniestro en su origen”, le dijeron a Ámbito las fuentes.
Esta operación ocurrió luego del megaendeudamiento con acreedores internacionales de 2016 y 2017 a tasas promedio del 7% anual en dólares, y semanas después de que Wall Street le cerrara el grifo a Caputo. Fue entonces que su gestión apeló a la caja del mayor banco público del país para fondearse pero a una tasa bien por debajo de las de mercado. Un mes más tarde, estalló la crisis cambiaria y Macri acudió al Fondo Monetario Internacional.
Con la refinanciación realizada el viernes pasado, en el Gobierno consideran que se resolvió el problema de origen. Fue un acuerdo en el que trabajaron durante las últimas semanas Finanzas y el directorio del BNA, y que se oficializó a través de la Resolución Conjunta 37/2021. “Se hizo con el espíritu de recomponer la cartera del banco, potenciar su participación en el programa de Creadores de Mercado y solucionar el problema que heredamos”, explicaron. Además, se despejó el vencimiento por cerca de $152.145 millones que debía cobrar la entidad este lunes.
Como parte de la operación, el Nación recibió una canasta de 16 instrumentos de mercado con vencimiento entre 2021 y 2024. Se trata de seis letras en pesos (Ledes y Lepase), siete letras atadas a la inflación (Lecer), más el Bono Badlar 2023 (TB23P) y los Boncer 2023 y 2024 (T2X3/T2X4). Del total colocado, el 10,3% son instrumentos con vencimiento en este año, el 29,3% en 2022 y el 60,4% en los dos años siguientes. La colocación fue instrumentada considerando los precios del mercado secundario a valor técnico del 3 de septiembre. Además, hubo unos $4.000 millones que quedaron por fuera de la renovación “para que el banco recupere liquidez”. “Ahora la entidad tiene una cartera diversificada”, señalaron las fuentes.
Todas las letras son elegibles en el marco del programa de Creadores de Mercado, que busca ampliar la liquidez de la deuda pública para atraer fondeo al Tesoro. Esto le permitirá al BNA cumplir con el requisito que impone el programa a los aspirantes a market maker de mantener ofertas de compra y venta por el 60% de los títulos que forman parte de la iniciativa.
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