El viernes, el ministro y candidato presidencial de Unión por la Patria se reunirá en la provincia norteña con los mandatarios, y al día siguiente encabezará. El mensaje es que su propuesta se trata de una renovación del gobierno. Confrontación con Milei.
Después de una semana de confusión y descoordinación, el peronismo empezó a ordenarse. Sergio Massa se reunirá este viernes con los gobernadores para mostrar unidad y mensaje unificado: capacidad de acción. “Si hay funcionarios que no andan, echémoslos; si hay políticas que no funcionan, cambiémoslas”, aseveró este sábado en el partido bonaerense de San Vicente. Es que el oficialismo se ve entrampado en la necesidad de diferenciarse de la gestión de Alberto Fernández en donde reinó el inmovilismo, pero a la vez recuperar ejes históricos del peronismo como la obra pública y el rol del Estado. Eso, por lo menos, es lo que logró transmitir este sábado junto a Axel Kicillof en el primer acto conjunto después de las PASO.
El peronismo prepara un gran acto masivo para el sábado 9, que se llevará a cabo en principio en Tucumán -aunque todavía no se animan a dar por confirmado el lugar de manera definitiva. El pago chico del casi candidato a vicepresidente Juan Manzur fue una de las pocas provincias peronistas en las que ganó Javier Milei y es uno de los lugares estratégicos en donde Massa apunta a remontar.
Por lo pronto, la intención es llegar el viernes, cenar junto con gobernadores, integrantes de la CGT, senadores y diputados, con los jefes de bloques de ambas Cámaras a la cabeza. Se espera lograr una amplia foto de familia. Al día siguiente está pautada una reunión de trabajo con todos ellos y por la noche se realizará el primer acto masivo del oficialismo en esta campaña, ya que hasta el momento no se había acudido a la tradicional herramienta proselitista del peronismo: el encuentro directo del conductor con el movimiento.
El golpe del resultado electoral había dejado a UP en modo de recálculo. “Las PASO fueron incómodas para todos, pero ahora estamos todos mirando para adelante queriendo que Sergio sea presidente, empezando un nuevo gobierno con otra lógica y otra visión, con otra impronta de la gestión, Sergio tiene llegada afuera y adentro, conoce todos los eslabones de la cadena estatal, los tiene a todos en su cabeza. Hay un plan, no somos la continuidad de nadie, es un nuevo plan de gobierno conducido por Sergio Massa”, diferencian.
Es que los anuncios dominicales de Massa cayeron de manera desordenada en las provincias, lo que devino en que los gobernadores peronistas tuvieran que salir a aclarar la modalidad que tendrán en sus territorios los bonos y ajustes paritarios que implementaron para pelearle a la inflación. Santa Cruz comunicó que ya había dado un bono de cien mil pesos en julio, La Pampa tiene cláusula gatillo mensual ajustada por el INDEC, Entre Ríos ya había dado un bono de 16% en agosto. Sin embargo, la falta de comunicación previa y la implementación despareja a nivel nacional mostró un oficialismo descoordinado y propenso a las críticas.
“Fue spot de relanzamiento de campaña, y mezcló por primera vez el rol de ministro con el rol del candidato, en un domingo descontracturado, tranquilo, un día familiar en el que llegaron las buenas noticias”, explican en el búnker de la calle Mitre a la vez que desestiman la hipótesis de que al candidato “lo dejaron solo”. “No se corrió nadie de la campaña, sumamos más estructura para que haya celeridad, estrategia, logística y así llegar a los distintos lugares, en las provincias y con los intendentes para poder abrazar a todos los compañeros”, trazan.
Esta nueva etapa de la campaña, donde buscará contrarrestar la imagen de soledad con el acompañamiento de dirigentes, empezó este sábado en el partido bonaerense de San Vicente al mostrarse con dos mandatarios ganadores, el gobernador y el intendente local Nicolás Mantegazza quien pretende reelegir e hizo una excelente elección al llevarse el 63,71% en las PASO.Luego de ese acto, Massa se reunió con intendentes del conurbano con quienes se tomó una foto de familia.
Los ejes discursivos abundarán en una campaña “no ya del miedo, ¡del terror!, que mete la oposición”. Una primera señal fue el posteo en redes que el ministro realizó este sábado, en el que contrarrestó un mensaje crítico de Milei con la frase: «Horror es que quieras permitir la venta de órganos. La vida de la gente no tiene precio», junto a un video en el que el candidato de La Libertad Avanza consideraba a esa práctica como «un mercado más».
“Ellos plantean menos ferrocarril, nosotros más ferrocarril, ellos plantean cerrar la obra pública, nosotros más viaductos que unan a la gente, ellos plantean entregar nuestra moneda y transformar nuestra patria en un lugar sin destino de desarrollo, nosotros planteamos vender el trabajo argentino al mundo para hacer nuestra economía fuerte, para seguir invirtiendo en obra pública, para seguir generando empleo, para generar desarrollo”, dijo este sábado Massa. Y atento al enojo del electorado, que puede redundar en voto libertario, Massa dijo: “Sabemos que muchos de los vecinos del conurbano de nuestra provincia y también de nuestro país sienten la frustración de que la crisis y el fracaso de algunas políticas generan la sensación del sabor amargo, pero no se resuelve volviendo para atrás, atrás esta la violencia, el dolor, la pérdida de trabajo y poder adquisitivo, nuestro camino es para adelante, si hay funcionarios que no andan echémoslos, si hay políticas que no funcionan cambiémoslas, pero no hagamos volver a la Argentina al pasado”.
La foto con Axel es más que estratégica debido al peso electoral de Buenos Aires y en UP lo saben. “Si hay algo de lo que estamos tranquilos es que esta Provincia va a ser el pilar que nos ponga camino a la segunda vuelta para seguir siendo gobierno en la Argentina”, pidió el candidato.
Antes había hablado Kicillof, en la misma sintonía. “Hay que tomar conciencia del impacto que generarían estas propuestas de ajuste en la vida cotidiana de los y las bonaerenses: si el Estado se retirara por completo, cada boleto de tren costaría alrededor de 1100 pesos”. “Esas políticas no tienen nada de original ni de novedoso: nos dejarían sin trenes, sin pasos bajo nivel y con un país para muy pocos”, añadió. La palabra de Kicillof, en particular en el terreno económico, tiene peso propio. Es por eso que este sábado dijo: “El ministro Massa está dando una pelea muy grande contra las imposiciones que traen los acreedores de la deuda irresponsable que se tomó durante el gobierno anterior”. “Con las medidas que ha impulsado, muestra el camino de lo que se llevará adelante en la próxima etapa: un trabajo incansable para defender el empleo, la producción y los intereses de las y los trabajadores”, sostuvo, alineado, el gobernador. Por lo pronto, esta semana Massa se mostrará a la cabeza de un movimiento que, cuando logra ordenarse, puede ser por lo menos un poco más potente.
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