Los bloques dialoguistas aseguran que no hubo comunicación por parte de las autoridades nacionales, en medio de especulaciones sobre qué proyectos se incluirán en el listado a tratar. La relación con el PRO modificó el escenario
La semana pasada, el vocero presidencial, Manuel Adorni, confirmó en su cuenta de X que el Gobierno había decidido convocar a sesiones extraordinarias en el Congreso del 5 al 27 de diciembre. Sin embargo, pasados ya cinco días de esa fecha, todavía no se publicó en el Boletín Oficial el llamado formal y el Palacio Legislativo sigue sin actividad.
“Se apuró con el anuncio”, resumieron en la Casa Rosada varios funcionarios cercanos a la cúpula libertaria, que por estas horas continuaba analizando qué proyectos se iban a incluir finalmente en el temario a tratarse durante el verano.
Las autoridades nacionales quieren que se discutan solamente aquellas iniciativas que ya tengan consenso en el recinto y, por lo tanto, los votos garantizados para ser aprobados, pero todo se trabó debido a que el escenario parlamentario cambió abruptamente.
En el PRO, por un lado, continúan con cierto malestar desde la caída de la sesión en la que se iba a debatir Ficha Limpia, que era impulsada por una diputada de su espacio, Silvia Lospennato, pero no alcanzó el quórum necesario como consecuencia de la ausencia de varios legisladores, incluidos algunos de La Libertad Avanza.
A pesar de que el oficialismo lo niega y considera que es “un delirio” esa versión, algunos sectores del macrismo opinan que esa derrota fue parte de un acuerdo entre el Gobierno y Unión por la Patria para evitar perjudicar a la ex presidenta Cristina Kirchner, que suena como candidata del peronismo para el 2025, a pesar de tener una condena ratificada por Casación.
El bloque liderado por Cristian Ritondo, si bien acompañó la reelección de Martín Menem como titular de la Cámara baja, ya no garantiza el apoyo de sus 37 integrantes para todos los proyectos que envíe el Poder Ejecutivo y asegura que van a esperar la convocatoria a extraordinarias antes de fijar una posición sobre cada tema a tratar.
En este sentido, tanto esta bancada como otras consideradas “dialoguistas” están desorientadas ante la falta de confirmación del temario y confían en que el presidente Javier Milei dará precisiones de lo que sucederá este mismo martes, cuando se transmita el mensaje que dará por cadena nacional con motivo de cumplirse un año del inicio de su gestión.
Distintos legisladores aliados a LLA sostienen que el plan original del Gobierno de tratar durante diciembre solamente aquellas cuestiones que tuvieran consenso, tuvo que ser modificado a partir de la caída de Ficha Limpia, por la tensión con el PRO y porque “no previeron la reacción de la sociedad”.
Además, en medio de ese conflicto sucedió la repentina detención en la frontera con Paraguay del senador Edgardo Kueider, que si bien ingresó por el Frente de Todos, pertenece al bloque de Unidad Federal y votó a favor del oficialismo en varias oportunidades.
El entrerriano, que fue descubierto junto a su secretaria con más de USD 200.000 sin declarar y escondidos en una mochila, pidió el lunes licencia de su cargo mientras avanza la investigación en su contra, por lo que no está definido si volverá a ocupar su banca en algún momento.
Esta es una baja importante para los libertarios, principalmente en su objetivo de aprobar en el Senado los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla a la Corte Suprema de Justicia, que en principio no se incluiría en el temario de las sesiones extraordinarias.
En la Cámara de Diputados, mientras tanto, Menem ya tenía todo listo para llamar a un primer encuentro para este jueves, con la premisa de votar todos aquellos proyectos que ya tuvieran dictamen, pero esta reunión quedó en suspenso, a la espera de lo que decida la cúpula nacional.
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, es quien debe firmar el pedido para que el Congreso interrumpa el receso y vuelva a trabajar, pero es el asesor presidencial, Santiago Caputo, quien analiza los pasos a seguir.
Tanto en Balcarce 50 como en el Congreso no son pocos los que ya insinúan que, sin apoyo claro del resto de los bloques para las iniciativas que busca sancionar, el Gobierno podría cambiar de opinión y optar por no convocar a extraordinarias, aunque esta es sola una de las tantas hipótesis que se manejan actualmente.
Infobae