Se dan en el marco de un acuerdo con el gremio para evitar despidos. Pero este mes el número subió de algo más de un centenar a casi 600. El fin de la obra pública y la apertura de las importaciones, los principales motivos de la caída de la producción.
La planta de ACINDAR en Villa Constitución, Santa Fe suspendió a casi 600 obreros, sobre un total de 900 fijos y otros 500 tercerizados. Si bien la medida se da en el marco de un plan de suspensiones programadas acordadas con la UOM local, el número al que alcanza supera holgadamente los que se venían manejando. Las suspensiones son por un período de entre una y dos semanas, dependiendo el sector.
Canal Abierto consultó a fuentes de la UOM local, que contaron que acordaron con la empresa el esquema de suspensiones programadas como una reducción de daños ante la posibilidad de que se produjeran despidos.
Esta situación se produce como combinación de dos políticas impulsadas desde el arribo de Javier Milei a la Casa Rosada. Por un lado, la eliminación de la obra pública y, por el otro, la apertura de importaciones.
Así, la empresa metalúrgica vio caer su producción de una media anual de entre 1.200.000 y 1.300.000 toneladas de acero laminado a una proyección de 580.000 para este año. Es decir, menos de la mitad de la media de los últimos años.
Cuando se negocia cambiar despidos por suspensiones programadas, el número de trabajadores alcanzados osciló entre los 90 y los 150. Es por esto que el propio gremio ve con preocupación que en este mes ese número haya subido de manera exponencial, al punto de afectar a más de la mitad de los trabajadores de planta permanente.
Además, al sector de acería apagó los dos hornos en los que se produce el acero. Este es otro aspecto que enciende luces de alarma ya que es una medida que se toma de manera excepcional, ya que tanto el apagado como el posterior encendido toman su tiempo y necesitan de sus cuidados, por lo que cuando se toma la determinación de hacerlo es porque no se espera que se produzca por algún tiempo.
Otro aspecto que no se ve alentador es ver cómo aumenta mes a mes la cantidad de acero que ingresa de otros países, en particular de Chile y Brasil, así como, también producto de la economía libertariana, también se vio reducida la cantada de hierros que se comercializa para particulares.
canalabierto.com.ar