La decisión del Gobierno de postergar los aumentos de tarifas previstos para mayo provocó una caída de la cobertura de costos en los servicios, es decir del porcentaje del costo del abastecimiento de la luz y el gas que se cubren con lo que pagan los usuarios.
Por qué importa.
Para compensar la caída de la cobertura de costos de los servicios sin volver a endeudarse con las empresas, el Gobierno debería aumentar las partidas destinadas a subsidiar al sector. Los hogares más beneficiados ante esta situación son los de mayores ingresos, que pasaron de cubrir el 100% del costo de la energía eléctrica en abril al 65% este mes, y de pagar el equivalente al 76% del costo del gas a abonar el 51%.
En contexto.
La decisión del Ejecutivo de contener los precios de los servicios se produce en medio de una caída generalizada de los subsidios nacionales. Según el último Reporte de Tarifas y Subsidios del Observatorio de Tarifas y Subsidios IIEP (UBA-Conicet), las principales asignaciones del Gobierno para la energía cayeron en abril un 40,7% respecto del mismo mes de 2023, con reducciones del 23,4% de las partidas destinadas a Cammesa y del 57,4% en las correspondientes a Enarsa.
En detalle.
De acuerdo con el informe del IIEP, la cobertura de costos de todos los tipos de usuarios cayeron entre abril y mayo en todos los servicios. Los usuarios N2, de ingresos bajos, pagarán este mes el equivalente al 4% del costo de la luz y al 14% del del gas, contra un 7% y 20% en abril respectivamente. Los usuarios N3 de ingresos medios, por su parte, pasaron de cubrir el 8% de la luz y el 30% del gas al 5% y 20% respectivamente.
Además.
El documento también destaca que la Canasta Energética del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), es decir el costo de un hogar promedio para cubrir sus necesidades energéticas, de transporte y de agua potable, aumentó 15,6% en relación a abril y pasó de $102.779 a $118.825. Este incremento está traccionado sobre todo por una suba del consumo relacionada con la caída de las temperaturas.
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