TOPE A LA TASA DE LAS TARJETAS

El directorio del BCRA fijó una reducción sustancial de los intereses que cobraban los bancos, que iban del 140 al 225 por ciento. También congeló por 180 días las comisiones por servicios bancarios y estableció una nueva rebaja de la tasa de referencia de las Leliq, del 44 al 40 por ciento.

El Banco Central dispuso un tope del 55 por ciento para las tasas de interés de las tarjetas de crédito. Se trata de una medida fuerte para bajar los costos financieros que afectan al consumo. Las entidades bancarias más grandes cobraban entre 140 y 225 por ciento en intereses con los plásticos. Este margen de tasas era enorme si se lo compara con el 34 por ciento que ofrecen esos mismos bancos por hacer un plazo fijo. El presidente Alberto Fernández había reclamado la baja de las tasas de las tarjetas y el martes se había realizado una reunión entre las autoridades del BCRA y el Ministerio de Desarrollo Productivo con las cámaras que representan a las entidades financieras. Menos de 24 horas después, el directorio de la autoridad monetaria resolvió fijar el nuevo tope del 55 por ciento.

En esa reunión de directorio se tomó otra medida trascendente en beneficio de los clientes bancarios. Durante los próximos 180 días se mantendrán congeladas las comisiones por los servicios que ofrecen las entidades financieras. Los bancos ya habían empezado a difundir entre sus usuarios que a partir de marzo aplicarían un ajuste sobre los costos de servicios como el mantenimiento de cuentas.

La tercera medida de relevancia que dispuso este miércoles el BCRA es una nueva baja de la tasa de referencia de las Leliq, del 44 al 40 por ciento. Desde que asumió la nueva gestión del Central, encabezada por Miguel Pesce, se acumuló una reducción de 23 puntos porcentuales en esa tasa. “El directorio del Banco Central considera que tasas de interés excesivamente elevadas pueden demorar la recuperación de la actividad económica”, indicó un comunicado de la entidad. Entre los lineamientos de la autoridad monetaria presentados a finales de enero se dejó claro que una de las prioridades sería la de proteger el crecimiento y el nivel de empleo.

En los últimos años la banca fue uno de los pocos sectores que consiguió ganancias a pesar de la crisis. Se debió a las políticas del Banco Central de altas tasas de interés para inversiones en letras de corto plazo como las Lebac y las Leliq. Desde el Gobierno plantean ahora que llegó el momento de redistribuir estas ganancias para colaborar en la recuperación del mercado interno. Se trata de un cambio de paradigma en el que se pasa de una lógica especulativa a un modelo basado en la producción. 

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