Al resultado ajustado entre La Libertad Avanza, Juntos por el Cambio y Unión por la Patria se le suma un actor más: los que no fueron a votar. ¿Es una novedad? Análisis y datos comparativos con otros comicios.

Se nos quemaron todos los manuales. No están para eso, están para guiarnos. Tendremos que armar otros nuevos. Mientras tanto, es importante comenzar a entender a la Argentina. Una nueva, que nos costó y nos sigue costando comprender. Este news fue adelantado al calor de los sucesos para brindarte un análisis de las PASO. Mañana, si estás suscripto, te llegará #MundoPropio de Juan Elman, porque no se puede pensar esta elección sin un marco internacional. El viernes hará lo propio #PopulistasSomosTodos, el newsletter de María Esperanza Casullo. Si querés recibirlos, anotate acá. 

En esta entrega veloz, pero datera, me voy a concentrar en una parte de la foto: la Argentina ausente. Porque el domingo pasado no salió un país de tercios, sino de cuartos.

Cuartos en vez de tercios

Iván mencionó el martes un intercambio que tuvimos el mismo lunes en donde le decía que yo veía un país de cuatro cuartos en vez de tres tercios. Nuestro intercambio se basó en este gráfico que acá te comparto.

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Podés ver en el cuadro que no hay solo tres pedazos de una torta, sino que se suma uno más, uno importante. Calculado sobre el total del padrón electoral nacional, esos son los porcentajes de voto que obtuvieron los espacios políticos que pasaron el filtro de las PASO: La Libertad Avanza (LLA), Juntos por el Cambio (JxC), Unión por la Patria (UxP), Hacemos por Nuestro País (HxNP) y el Frente de Izquierda (FIT). Los demás, que son votos en blanco, nulos, impugnados, recurridos y todos los que no superaron el filtro, están en otros.

Pero quiero que te detengas un segundo para ver los ausentes. Los que no fueron a votar. El cuarto que no fue. Eso representa el 30,4% de la totalidad de los argentinos habilitados para ejercer su derecho ciudadano y su obligación constitucional. Son, para ser exactos, 10.474.831 votantes. Hoy, la mayoría. No puedo saber quiénes son ni por qué no salieron de sus casas. Pero sí podemos ver que en todas las provincias fue igual, y que sí ocurrió lo mismo en primarias anteriores.

El ausentismo en las provincias

La siguiente tabla la armamos a partir de los datos compilados por Melisa Procopio y Rosario Aguiar Solá, ambas investigadoras asistentes del CICaD. Está ordenada desde un mayor a un menor ausentismo en las provincias. A ese dato le sumé la participación positiva (aquellos que fueron a votar y optaron por una de las opciones electorales en el cuarto oscuro), la categoría otros (que suma los votos en blanco, nulos, impugnados y recurridos) y el peso electoral (que muestra la porción del padrón nacional que representa cada distrito).

Tomando en cuenta el dato de 30,4% de ausentes a nivel nacional, hay 10 provincias que están por encima de ese valor. De la lista, son todas las que se encuentran desde Chaco (la de mayor ausentismo de las 24) hasta Santiago del Estero inclusive. Todas ellas representan el 33,43% del padrón nacional. Un tercio clavado. La Pampa, Chubut, Río Negro, San Luis y Santa Cruz se encuentran en torno al valor nacional y reúen el 5,81% de los electores del país. Por debajo quedan desde la provincia de Buenos Aires hasta Neuquén, la de menor ausentismo. Este grupo completa la grilla del 60,75% de todos los votantes argentinos.

¿Qué nos dicen estos datos? Que el fenómeno en estudio no es uniforme en el país. Entre la más ausente (Chaco) y la más comprometida (Neuquén) hay poco más de 11 puntos de diferencia. Además de eso, el peso electoral de las que están por debajo se ubica en casi dos tercios del país. El nivel de ausentismo fue una alerta, sin dudas. Pero es una cuestión a trabajar a futuro. Con conocimiento profundo y certero sobre las diferencias provinciales. Que sin dudas las hay. Vos, igual, tranquilo, no todo es tan incendiario como parece.

Otra cuestión a resaltar es que no existe una relación muy clara entre los que no fueron a votar, y los que fueron y optaron por alguna de las boletas en el cuarto oscuro (participación positiva). Como ves en la tabla no sube una y baja la otra, o viceversa. Sí resalta el caso de Santa Cruz. Ahí la decisión de la Cámara Nacional Electoral de no habilitar el pegado de las boletas entre cargos nacionales y provinciales como consecuencia de la Ley de Lemas tuvo su efecto. Ya es momento de discutir ese punto en el distrito.

El ausentismo en otras PASO

¿Por qué te digo que no todo es tan incendiario como parece? Porque la comparación histórica a nivel provincial muestra que los cambios bianuales ya han pasado. Lo cual muestra que siempre hay tiempo para mejorar. 

El gráfico que vas a ver a continuación es muy similar al de esta entrega, pero se lee al revés. Vamos paso por PASO. Lo que estás viendo es la variación del ausentismo en elecciones consecutivas. Cada puntito es una provincia con un valor asignado. Ese número se saca restando la proporción de aquellos que no fueron a votar en una elección vs. el mismo valor de la elección celebrada dos años atrás. Lo que hago es comparar elecciones legislativas y ejecutivas porque asumimos, en base a los libros quemados, que una donde se juega la Casa Rosada atrae más al electorado que una donde se rellenan bancas en Callao y Rivadavia. De vuelta, con el objetivo de ver qué tan mal estamos este 2023 en todas las provincias. A la par, uno puede observar si todos los distritos se mueven más o menos similar, o en direcciones opuestas. La línea de 0% separa las provincias donde el ausentismo subió (puntos por encima) de aquellas donde bajó (puntos por debajo). En términos de la gente, que el ausentismo baje quiere decir que más personas fueron a votar en relación a la última elección PASO celebrada dos años antes.

Vamos primero por las primeras PASO. Tal como ves, las de 2013 y 2017 partieron al país en dos. En esas elecciones de mitad de mandato, algunas provincias tuvieron un aumento del ausentismo respecto de las primarias presidenciales del año anterior, en tanto otras tuvieron una caída. Hay dos países con dos realidades en esas dos elecciones. Las de 2015, 2019 y 2021, en cambio, muestran más distritos por encima de la línea divisoria, lo que implica que menos gente fue a votar respecto de los comicios inmediatos anteriores. Lo loco de todo este berenjenal de puntos son las elecciones del domingo pasado. Si me entendiste lo que te vengo diciendo, podés ver clarito que la mayoría de las provincias tuvieron una caída del ausentismo en relación a las elecciones legislativas de 2021. Las de la pandemia, el desgaste y el cansancio. Igual que ahora, ¿no? Con la sorpresa que el pasado 13 de agosto fue más gente a votar en relación a dos años atrás. Y vos que pensabas que todo era oscuridad.

De modo que sí, hay una porción de la torta del país que no salió de sus casas el domingo pasado. La más grande. Esto deja dos últimos puntos a modo de cierre. El primero es más estratégico: de acá al 22 de octubre, todos van a salir a pescar en esa pileta. Lo que sí veremos es que cada uno apelará a distintas estrategias discursivas, como son el amor, el miedo, la resignación y/o el enojo. El segundo es más analítico: la evolución temporal del comportamiento electoral muestra una mejora al desagregar por provincias. Las elecciones de 2023 se parecen, en términos de variación del ausentismo, bastante más a las de 2013 y 2017 que a otros años. Para que vos también juegues un poco a analizar cosas y veas que no te chamuyo, acá te dejo la base que armamos.

Cenital