La AFIP investiga una serie de créditos ficticios que grandes firmas estarían utilizando para eludir el pago del Impuesto a las Ganancias y acceder al mercado cambiario. En las últimas horas detectaron el caso de una multinacional minera que buscaba una deducción multimillonaria.
Volvió el “back to back”. La AFIP investiga una serie de maniobras de préstamos ficticios que grandes empresas estarían utilizando para eludir el pago del Impuesto a las Ganancias y acceder al mercado cambiario. En las últimas horas detectaron el caso de una multinacional líder en el sector minero que había intentado deducir más de $2.500 millones por diferencias de cambio e intereses de un supuesto crédito que le habría otorgado una firma vinculada. La Dirección General Impositiva (DGI) impugnó la declaración jurada considerando que se trató de un aporte de capital y realizó el ajuste correspondiente. Sospechan que más firmas están utilizando este mecanismo.
La DGI realizó un ajuste por más de
$2.500 millones en el Impuesto a las Ganancias a una empresa
multinacional del sector minero. La AFIP determinó que un crédito
declarado por la firma no constituyó un endeudamiento sino un aporte de
capital. Por lo que no corresponde aplicar las deducciones vinculadas a
intereses y diferencias de cambio. Se trata de una operatoria que se
registró de forma extendida en el país durante la década del 90. También
encuentra un ejemplo reciente en una importante firma productora de
alimentos.
A través de la investigación realizada por la agencia
recaudatoria se pudo comprobar que tanto la garante como la prestamista
fueron constituidas en el exterior el mismo mes que el contribuyente
local obtenía la primera línea de crédito. Todo queda en casa porque la
garante es propietaria directa de la prestamista a la que va aportando
un capital creciente, que le permite a esta última ir aumentando en el
tiempo el monto que presta. Asimismo los fondos originalmente derivan de
préstamos de firmas vinculadas a una tasa del 0% y sin plazo
predeterminado.
Con datos que provienen del intercambio de información, la DGI verificó que la dueña directa del 99,75% de la contribuyente, según sus estados contables, valúa su participación en un valor coincidente con el valor del préstamo, es decir que lo considera como patrimonio y no como endeudamiento.
“Se puede concluir que las operaciones financieras en cuestión son transferidas entre empresas vinculadas interpuestas hasta adquirir el carácter de líneas de crédito. Estas operatorias suelen servir para disfrazar como préstamo a un aporte de capital ocultando fondos provenientes de ‘auto-préstamos’ mediante operaciones ‘back to back’ en las que la entidad presta dinero que luego recibe prestado”, explicaron a este diario fuentes de la Administración Federal de Ingresos Públicos.
Los entramados complejos de filiales suelen armarse para aprovechar los precios de transferencia y los tratados internacionales ya que los pagos de intereses a la prestamista del exterior se encuentran alcanzados por una alícuota menor para evitar la doble imposición. La utilización irregular de este mecanismo es conocida como “treaty shopping” y está también bajo la lupa de la OCDE.
La empresa en cuestión pertenece al grupo de 222 firmas que representan un tercio del universo de contribuyentes más importantes del país y que sus declaraciones juradas por el impuesto a las ganancias del período 2021 fueron presentadas con un monto de $0. En la AFIP sospechan que el “back to back” está siendo utilizado también para facilitar el acceso a dólares a la cotización oficial.
Fuente: Ámbito/Mundo Empresarial