La decisión responde a la caída de las ventas y la sobrecarga de stock e implica la paralización total de la producción de chocolates de ese establecimiento.
La alimenticia Arcor adelantó vacaciones a casi 400 operarios de su planta de chocolates de Colonia Caroya, Córdoba. La decisión responde a la caída de las ventas y la sobrecarga de stock e implica la paralización total de la producción de ese establecimiento. Los empleados firmaron las vacaciones forzosas para la última quincena de octubre. Arcor también aplicó medidas de suspensión en su planta de San Pedro, Arroyito y Río Negro y cerró una fábrica en Mendoza.
La crisis económica viene afectando las ventas del sector alimentos y bebidas y aunque Arcor tiene suficiente espalda financiera y fuerte inserción exportadora, la acumulación de stocks deriva en deterioro de las condiciones laborales. Por ejemplo, la planta de glucosa de Arroyito (Córdoba) se frenó en mayo de este año y nuevamente a fines de agosto a raíz de “la baja demanda de jarabe de maíz de alta fructuosa destinado a la fabricación de bebidas”. Son 108 empleados afectados por las suspensiones.
Arcor también aplicó suspensiones en su planta de pasta de tomate y conservas de Choele Choele, Río Negro. Es una planta de la marca La Campagnola cuyos resultados económicos “se vieron seriamente afectados” y avanza hacia la salida de operación. La firma alimenticia acordó suspensiones en la planta de San Pedro que produce alcohol industrial para perfumes y cerró su planta de La Campagnola de San Martín (Mendoza) para mudarla a Villa Mercedes, San Luis, lo cual afecta la fuente de trabajo de 150 personas.
Los trabajadores también denunciaron el mes pasado un proceso de achicamiento de una planta de San Luis donde la multinacional produce chupetines y chocolates. “Ya son cinco las líneas que se dieron de baja. El cierre impactó en la línea de chupetines y chocolates. La línea Bon o Bon, que era la más fuerte que teníamos, la llevaron a Angola. Hay otras que las llevaron a otras fábricas del país. Tuvimos una semana obligada de vacaciones, ahí despidieron trabajadores. Se llevan equipamiento a otras fábricas, estamos notando un vaciamiento”, señaló Miguel Benavente, delegado del Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA) en la planta puntana. Según los números del gremio, la planta de San Luis supo emplear a 700 personas, que bajaron a 500 hace dos años. La plantilla ahora está en 300 trabajadores. Ahora es el turno de las suspensiones de trabajadores en la planta de chocolates de Colonia Caroya.
El año pasado, Arcor presentó un balance negativo con pérdidas por unos 1000 millones de pesos. En el primer trimestre de este año contabilizó pérdidas por 874 millones, aunque en el segundo trimestre tuvo ganancias por 665 millones. Este miércoles se conoció también que la agencia internacional Moody´s le bajó la calificación (confiabilidad) a los títulos de deuda de varias empresas argentinas de primera línea, entre ellas Arcor. Sus obligaciones negociables senior bajaron a B3/A3.
(De Página/12)