El secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Jorge Neme, reveló que la Argentina admite bajar el arancel externo un 10% en parte del universo de productos, pero desde el 1 de enero de 2022. Cumbre técnica, el próximo martes
El próximo martes será el nuevo “round” de la muy dura interna político-económica con Brasil en torno a la apertura de las importaciones. En el marco de una cumbre de negociadores, la Argentina aceptará una baja del arancel externo común (AEC) pero desde el 1 de enero de 2022, y en menor porcentaje que su socio comercial que ya quiere aplicar el recorte de manera general.
Así lo señaló en exclusiva a BAE Negocios el secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Jorge Neme, quien afirmó que “la Argentina acepta una reducción del 10% en parte del universo de posiciones arancelarias (el 75% de ellas coincide con la propuesta brasileña) pero desde el 1 de enero de 2022″.
Con respecto al arancel, la Argentina ya ofreció una canasta que reduce de 2% a 0% el derecho sobre 1893 posiciones, insumos industriales no fabricados en la Argentina. Por su parte, Neme reseñó que “ Brasil ya quiere aplicar una baja del 10%“, mientras que otras fuentes diplomáticas anticiparon hace semanas a este medio que la administración del presidente Jair Bolsonaro quiere reducir otro 10% en diciembre.
De modo que los ánimos en Cancillería no son tan optimistas ya que “ Brasil sólo mantiene su posición y está parado allí. No se mueve y es muy díficil”, dijeron.
Línea roja
Durante las últimas reuniones, la Argentina informó a sus socios que no aceptará una rebaja del arancel externo común para la industria automotriz, como tampoco para el sector textil-indumentaria, juguetes, lácteos y duraznos.
Así lo señalaron fuentes de la Cancillería, desde donde plantearon que estos rubros industriales son considerados “estratégicos y sensibles”, con el foco puesto en el desarrollo nacional para abastecer el mercado doméstico y en aumentar las exportaciones a distintos mercados.
Fuentes de la cadena automotriz elogiaron la postura del Gobierno porque “es momento de defender el desarrollo local y la diversificación de exportaciones; una baja del arancel sería muy dañina para las terminales y los proveedores”.
Hace días, los cancilleres de los socios plenos del Mercosur (Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay) volvieron a verse las caras, luego del contrapunto que se produjo hacia el interior del bloque regional a raíz del reclamo del presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, para que se “flexibilicen” las condiciones de comercio de los Estados miembros. El canciller Solá, en uso de la presidencia pro tempore del bloque por parte de Argentina, firmó la convocatoria para la Cumbre de Cancilleres del Mercosur de la que también participaron su par brasileño, Alberto Franco França; de Uruguay, Francisco Bustillo, y Paraguay, Euclides Acevedo.
Los ministros retomaron la agenda económica común después del cruce que mantuvieron el presidente Alberto Fernández y Lacalle Pou en la reunión del 26 de marzo último, que había sido convocada para celebrar los 30 años de la fundación del Mercosur.
Apoyo de Paraguay
Una de las últimas informaciones es que Paraguay cree que el Mercosur debe negociar acuerdos en bloque y que fue negativo cuando Uruguay avanzó solo en esta discusión.
Aunque deja abierta una posibilidad de que su presidente tome una “decisión política” diferente, el viceministro Cano Ricciardi dice que “la posición de Paraguay siempre fue muy clara”: no están “dispuestos a la derogación” de la decisión 32/00, que flexibiliza los acuerdo dentro del Mercosur.
El objetivo declarado por el gobierno uruguayo es lograr cambios que le permitan negociar por separado acuerdos comerciales con terceros países.
Para el viceministro de Relaciones Económicas e Integración de Paraguay, Raúl Cano Ricciardi, la posición de su país es clara. Basta con leer los últimos discursos del presidente Mario Abdo y del canciller Euclides Acevedo para llegar a la conclusión evidente: “No estamos dispuestos a la derogación” de la decisión 32/00, que prohíbe a los socios del bloque negociar acuerdos comerciales con terceros sin el aval del resto.
“Nosotros reivindicamos que tenemos que negociar entre los cuatro países. Reivindicamos seguir con la política comercial común. Nosotros reivindicamos el hecho de que 30 años atrás renunciamos a nuestra política comercial individual, porque nos embarcamos en un proceso de integración”, dijo Cano Ricciardi, quien lidera la política paraguaya respecto del Mercosur, en diálogo con el medio paraguayo Búsqueda.
BAE Negocios