El grupo italiano Enel había puesto a Edesur en venta a fines de 2022. El año pasado, en el que tuvo una intervención, la distribuidora aceleró sus pérdidas operativas. De cuánto fue el rojo y cuáles fueron los números finales. Cómo pesó el atraso tarifario. Sus expectativas con el Gobierno de Milei
En 2023, el resultado operativo de Edesur fue una pérdida de $ 122.900 millones, contra una ganancia de $ 7849 millones que había registrado en 2022. Es decir, una diferencia del 1666%.El ebitda -sigla en inglés de “beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones”- ascendió a un rojo de $ 64.802 millones, una reversión del 206% desde los $ 61.370 millones asentados en azul en el balance anterior.
En el comunicado con el que informó los resultados al mercado, la empresa, que pertenece al grupo italiano Enel, explicó que la causa exclusiva de ese deterioro financiero es el atraso tarifario.
Con cerca de 2,5 millones de clientes, Edesur es la distribuidora eléctrica de la zona Sur del Ámbito Metropolitano de Buenos Aires (AMBA). A fines de 2022, Enel le puso cartel de venta, como parte de una desinversión en mercados no estratégicos que decidió a escala global.
Si bien los italianos avanzaron con la cesión de activos de generación, como sus participaciones en Central Costanera y Central Dock Sud, transferidas a inicios de 2023, la venta de Edesur se dilató durante todo el año pasado. Principalmente, por la pérdida de interés de los potenciales interesados, ante la poca claridad en el retorno de la inversión, entre el precio de compra de los activos y los desembolsos de capital necesarios en la red. Sobre todo, en un contexto de deterioro tarifario, potenciado por el riesgo político al que quedó expuesto la empresa.
En marzo del año pasado, de hecho, el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) decretó la intervención durante 180 días de la compañía, tras interrupciones del servicio eléctrico que sufrió durante las olas de calor que hubo en ese verano y que perjudicó a 180.000 clientes. Este mes, Edesur volvió a estar en el ojo de la tormenta, luego de la explosión de una subestación, que dejó sin luz durante cuatro días a 60.000 usuarios de Caballito.
Sin embargo, el cambio de Gobierno implicó nuevas expectativas para Enel. “Si aguantaron cuatro años de kirchnerismo, esperénme a mí”, le habría dicho Javier Milei al CEO global de Enel, Flavio Cattaneo, quien se reunió con el Presidente en un reservado del Aeropuerto de Ezeiza minutos antes de que el Libertario volara a Davos. Ejecutivos del grupo italiano sugirieron que las ideas del actual Gobierno podrían hacer repensar su plan de desinversión en el país. Sobre todo, si se tiene en cuenta que el accionista controlante de Enel es el Estado italiano, cuya primer ministro, Giorgia Meloni, está embelesada con Milei.
Todos los números de Edesur en 2023
Por lo pronto, en 2023, los ingresos de Edesur crecieron 10%, a $ 492.223 millones, “producto de los incrementos del costo propio de distribución, del 107,81%, y del 74%, que se aplicaron a partir del 1 de abril y del 1 de junio de 2023, respectivamente, junto con el efecto de las mayores ventas de energía en términos físicos, que registraron un ingremento del 3%”, explicó la empresa.
El ebitda dio la pérdida de $ 64.802 millones por el incremento de los costos operativos, amplió, “principalmente, por mayores cargos por compra de energía y remuneraciones y cargas sociales”.
No obstante, por efectos financieros, el resultado del ejercicio fue una ganancia de $ 79.732 millones, 29% menor a la de 2022. La causa de esto, indicó, es que el balance anterior contempló los efectos de dos acuerdos que Edesur había firmado en diciembre de ese año con el Gobierno de Alberto Fernández. Uno de los convenios le reconoció a la empresa $ 5405 millones en ingresos totales por los consumos de electricidad en barrios populares entre enero y diciembre de 2021.
El segundo acuerdo, firmado con la Secretaría de Energía y el ENRE, le reconoció a Edesur ingresos operativos por $ 121.386 millones, un recupero de fondos financieros por $ 42.750 millones y su correspondiente impacto en la línea “Impuesto a las Ganancias”.
La deuda neta de Edesur del año pasado, $ 52.489 millones, fue 717% superior a la de 2022, “debido al incremento de la deuda financiera contraída con empresas del grupo Enel Argentina, para financiar la operación de la sociedad y suplir, de esta manera, el atraso en la actualización tarifaria, a lo que se suma una dismunción en los saldos de las inversiones corrientes”.
Las inversiones de Edesur en 2023 ascendieron a $ 89.457 millones, 7% más que en 2022.
Por su parte, la demanda acumulada de electricidad en su área de concersión creció 2,8%, a 21.606 gigawatts-hora (GWh). Por tipo de usuario, la demanda chica o residencial subió 4,2%, “ligada en mayor o menor medida a la temperatura”. En tanto, las medianas y grandes demandas, relacionadas con los sectores comercial e industrial, crecieron 0,9% y 1,5%, respectivamente.
En total, las ventas de energía se incrementaron 3%, a 17.709 GWh. La empresa sumó 57.000 usuarios a su base de clientes, “concentrados principalmente en pequeñas demandas de uso residencial”. Y el indicador de pérdidas de energía acumulada de los últimos 12 meses fue de 16,8%, “habiéndose verificado una reducción con relación al año anterior, cuando había sido de 17,1%”, informó Edesur.
“En los últimos años, Edesur ha hecho un gran esfuerzo para sostener las inversiones necesarias para seguir mejorando la calidad de servicio de nuestros clientes”, expresó Claudio Cunha, Country manager de Enel Argentina. “Somos optimistas respecto de que el cambio regulatorio del último mes pueda restablecer la normalización del sector, dando una mejor previsibilidad en la planificación de las redes”, agregó.
La alusión es al nuevo cuadro tarifario que aprobó el Gobierno este mes, que implica subas de hasta 150% a partir de marzo.
El Cronista