GIRO RADICAL DEL GOBIERNO DE MILEI: POR QUÉ DECIDIERON QUE POR AHORA NO SE PRIVATIZARÁN

El Presidente había prometido que la TV Pública, Télam y Radio Nacional fueran puestas en manos del sector privado. Qué cambios habrá y quiénes serán los responsables de las áreas de comunicación

Desde su asunción presidencial, Javier Milei dio muestras de un giro pragmático en algunas de las primeras medidas que anunció su ministro de Economía, Luis Caputo, como por ejemplo la reversión del impuesto a las ganancias, un tributo que había votado a favor de flexibilizarlo meses atrás. Según pudo saber El Cronista, esta no será la última de las decisiones que contradicen total o parcialmente lo propuesto en campaña.

Entre las medidas de recorte del gasto público, Milei había dispuesto la privatización de los medios como la TV Pública, Radio Nacional y la agencia de noticias Télam, ya que consideraba que se convirtieron en “un mecanismo de propaganda”.

“No adhiero a esas prácticas de tener un Ministerio de Propaganda encubierto: tiene que ser privatizado. Todo lo que pueda estar en manos del sector privado, va a estar en manos del sector privado”, había aludido menos de un mes atrás en declaraciones radiales.

En tanto, desde la mesa chica libertaria le revelaron a este medio que, hasta el momento, no se prevé una privatización temprana o de mediano plazo de estas compañías de comunicación.

Si bien catalogan como un factor “negativo” que las tres compañías tengan “fuertes pérdidas”, explican que ese pasivo planea ser compensado con las recaudaciones que logran áreas como el ENACOM o empresas como ARSAT. También destacan el rol de la Televisión Digital Abierta (TDA), vital para un segmento del rating para los canales televisivos de aire.

“Si vos ponés todo en un mismo bloque, al ENACOM, ARSAT y los medios públicos; ese saldo puede compensarse y no hace tan prioritario el acondicionamiento para vender o desprenderse de esos medios“, explicó una alta fuente del gobierno libertario. En esa misma declaración se infiere que ARSAT será otra de las empresas que no se optará por vender, al contrario de lo que se había prometido en campaña.

Actualmente, la secretaría de Comunicación y Conectividad estará a cargo de Ignacio Cingolani, exsubsecretario técnico, administrativo y legal del Ministerio de Transporte de la provincia de Buenos Aires; es decir, un exfuncionario de la gestión de Axel Kicillof. Esta forma parte del organigrama del Ministerio de Infraestructura, de Guillermo Ferraro.

El ENACOM estará presidido por el abogado especializado en telecomunicaciones Tomás Sutton y estará dentro de la cartera de Cingolani. Cabe la aclaración de que ambos nombramientos no serán oficiales hasta que sean refrendados mediante decreto en el Boletín Oficial. Pero estarían al caer en los próximos días.

En tanto, todavía no se conocen a los designados para ninguna de las empresas a las que abarca la cartera de Comunicación.

La política de medios y comunicación continúa difusa. Aún no se conocen detalles precisos sobre cuál será la matriz que rija durante la gestión libertaria. Por lo pronto, consideran que la privatización de los medios públicos configura un conflicto contraproducente en el marco del ajuste significativo del gasto público que se está realizando.

Aunque referida a tema diferente, una de las primeras esquirlas de este conflicto -aún sin gran desarrollo- se dio el lunes, cuando el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SIPREBA) alertó sobre el impacto que tendrá en los medios pequeños la suspensión de la pauta de Presidencia y los diversos ministerios anunciada por el vocero presidencial Manuel Adorni ese mismo día.

“Es relevante entender que el Estado tiene que achicarse y que el Estado tamaño elefante no puede seguir existiendo porque del otro lado tenés gente que lo sostiene con sus impuestos, que no logra poner un plato de comida arriba de la mesa”, justificó el flamante portavoz de la Presidencia.

El Cronista

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