El uso de la capacidad instalada alcanzó un 60,8% en septiembre de este año cuando en 2019 había sido del 57,7%. En abril había tocado un piso del 42%.
Es la segunda vez en el año que el uso de la capacidad instalada de la industria superó el registro del año 2019. La primera había sido en febrero en lo que parecía el comienzo de un proceso genuino de reactivación económica.
Luego sobrevino la pandemia y la decisión del gobierno de disponer el aislamiento social y preventivo obligatorio que llevó a la parálisis completa de algunos sectores industriales. Por eso el índice de uso de la capacidad, que mide que porcentaje de la maquinaria y recursos disponibles está activa, se derrumbó hasta un 51,6% en marzo (en 2019 había llegado al 58,8%) para retroceder hasta un 42% en abril cuando el año anterior había llegado hasta el 61,6%.
Si bien ya desde mayo el índice empezó a crecer paulatinamente hubo que esperar hasta el mes de septiembre para que el mismo se ubicara nuevamente por encima de los guarismos registrados durante el mismo mes del año anterior.
A la hora de discriminar por rubros surge que la reactivación resultó heterogénea. En un extremo los productos minerales no metálicos llegaron al 77,8% y el rubro de papel y cartón trepó hasta el 71,2% así como las sustancias y productos químicos (69,8%) y el de industrias metálicas básicas (68,7%).
Un poco más abajo ser ubica el sector de productos alimenticios y bebidas (64,7%) y los productos del tabaco (64,1%). En el otro extremo se ubica la industria metalmecánica excepto automotores que está en un piso del 44,7% así como la industria automotriz que llegó al 46,2% y los productos del caucho y el plástico que alcanzaron el 52,8%.
A la hora de discriminar el comparativo interanual surge que el salto más importante de verificó en el rubro del bloque de sustancias y productos químicos, que exhibe un nivel de utilización de la capacidad instalada de 69,8% muy superior al registrado en septiembre del año anterior que había alcanzado un 47,7%.
También se destaca el rubro de elaboración de productos alimenticios y bebidas que registró en septiembre de 2020 una utilización de la capacidad instalada del 64,7% cuando un año atrás se había ubicado en un 61,6%. Según el informe oficial el crecimiento se explica particularmente por los mayores niveles de elaboración de productos lácteos y de carnes.
Por último la industria automotriz registró un uso de su capacidad del 46,2% que implica un salto sensible con relación al 37,4% por un salto en las unidades fabricadas por las terminales automotrices. Del otro lado, el informe destaca que, según datos de la Cámara Argentina del Acero, la producción de acero crudo registra una disminución interanual de 11,9%.Por último la industria automotriz registró un uso de su capacidad del 46,2% que implica un salto sensible con relación al 37,4% por un salto en las unidades fabricadas por las terminales automotrices. Del otro lado, el informe destaca que, según datos de la Cámara Argentina del Acero, la producción de acero crudo registra una disminución interanual de 11,9%.
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