“Vamos a darle crédito al Gobierno”, afirmó el titular de la UIA, Daniel Funes de Rioja, tras el discurso del Presidente. Confían en que la apertura será “por etapas”, pero piden antes “equilibrar la cancha”.
Como no ocurría desde hace más de una década, la Unión Industrial Argentina (UIA) celebró el Día de la Industria en su sede porteña con la visita de un presidente de la Nación, en este caso, Javier Milei. De todo el extenso discurso, entre los empresarios industriales quedó resonando una frase: “No los vamos a dejar tirados. Vamos a abrir la economía cuando estén dadas las condiciones estructurales”.
La mesa chica de la UIA confía. En diálogo con El Cronista, Daniel Funes de Rioja, presidente de la UIA, afirmó: “Vamos a darle crédito al Gobierno”. Sobre este punto, consideró: “Hasta que no estén dadas las condiciones no va a haber una apertura generalizada. Eso interpreté. No quiero padecer de ilusión”.
El abogado laboralista asegura que en la industria no hay miedo a competir, pero antes piden “equilibrar la cancha”, lo cual requeriría cambios fiscales, burocráticos, laborales, logísticos, financieros y de infraestructura. “Equilibrar el terreno es buscar las asimetrías para que compitamos en forma lógica. No queremos privilegios y subsidios, pero tampoco que nos jueguen en contra”.
¿Cómo se dará la apertura importadora? En la UIA no lo tienen claro. “Siempre dicen que no va a pasar de un día para el otro, probablemente haya etapas”, afirmó Funes de Rioja. Tras el discurso de Milei, el presidente partió, pero se quedaron a almorzar en la entidad fabril el secretario de Industria, Juan Pazo, y su par de Comercio, Pablo Lavigne.
Ante los sectores que podrían quedar en el camino, Funes de Rioja consideró: “No se va a caer todo. Habrá empresas cuyos productos puedan no tener ya vigencia. Pero la tecnología y la innovación producen cambios, como pasa con la dotación de personal, donde lo que ocurre es mutación, cambio de habilidades”.
En su discurso, Milei aseguró que no habrá una política industrial específica. “¿Saben cuál es la mejor política industrial? Tener una buena política fiscal y monetaria”, aseguró el presidente. Luego agregó: “¿Saben cuál es la mejor política industrial? Terminar con la inflación, recuperar el cálculo económico y devolverles a los argentinos los dones de la estabilidad”.
Ante la consulta de si en la UIA se sienten cómodos con un discurso en el que no se plantea una política industrial, Funes de Rioja contestó: “Creemos que hay que arreglar la macro, pero también que no hay macro sin micro. La micro somos los protagonistas reales. Sacame el pie de encima que tenemos fe en nuestra capacidad”.
En la misma línea, el presidente de la UIA aseguró que en Argentina hay una fiscalidad del 50% y costos logísticos 43% más caros: “Despejemos ese camino y después vemos lo sectorial”.
De todos modos, en la UIA hay miradas heterogéneas sobre los temas. Una importante fuente fabril que prefirió no ser mencionada afirmó: “El mensaje fue claro, no vamos a abrir la economía hasta tanto bajen los costos. Lo escuchamos ya de muchos Presidentes y vimos lo que pasó”.
Hoy en la UIA no se ve una apertura importadora indiscriminada. Todavía no se bajó un solo arancel, en parte porque no están los dólares. “La gran pregunta es si están los dólares para mantener la política cambiaria de ancla”, afirmaron. También destacan que la geopolítica es distinta a la de los años noventa: el mundo occidental, que incluye a Estados Unidos, se cierra a China y aplica una especie de proteccionismo selectivo.
“Si bajan los costos impositivos y solucionan problemas como los precios en puertos y en la Hidrovía, los heridos en este camino van a ser menos”, afirmó una fuente industrial.
Hoy el gran tema de conversación entre los industriales es si la producción local va a sentir la reactivación económica. En la UIA consideran que ya se tocó piso, y estiman que la actividad recuperará los niveles de 2023 recién en 2025 o 2026. “Hoy de lo que hablamos es cómo se va a repartir el rebote: ¿Cuánto de la recuperación de la actividad se lo lleva la producción local y cuánto las importaciones?”.
El Cronista