LA ÚLTIMA MUERTE DE JXC: LAS BILATERALES DEL GURÚ Y MILEI COMO JEFE DISTANTE

En un ritual descuidado, los gobernadores de lo que fue un sello exitoso enterraron la marca. La negociación radial por fondos y obras que propone Santiago Caputo. La autonomía para pactar y el teléfono rojo de Macri.

Como la gente, las cosas tienen su última muerte cuando ya nadie las recuerda. El comunicado que este martes difundieron los gobernadores de la UCR y del ecosistema PRO sobre el Presupuesto 2025 y la relación ambigua con Javier Milei ejecuta un ritual descuidado, un poco secreto, de adiós formal a la marca política que los unió hasta agosto pasado: Juntos por el Cambio, con su sigla JxC, Juntos a secas.

No fue un descuido, sino una omisión deliberada para enterrar logo e identidad. “Es una marca del pasado y los gobernadores quieren formar parte del futuro”, apuntan a Cenital cerca de un mandatario. Un pasado, puntualiza, que remite a figuras como Mauricio Macri y Martín Lousteau. Se trata de los presidentes, enemistados entre sí, del PRO y la UCR. El trámite de despedida tiene un peso extra en el caso de las provincias, porque en varias gobiernan fórmulas mixtas, integradas por dirigentes de los dos partidos.

Rogelio Frigerio dictó la frase para la lápida. “Juntos por el Cambio no existe más, implosionó”, dijo y mencionó la salida de algunos partidos, como la Coalición Cívica de Elisa Carrió, lo que atribuyó a una crisis natural luego de dos derrotas electorales. Los ex JxC son, ahora, “gobernadores firmantes”, sin entidad única y en busca de nueva iconografía. Pero más allá de las formas, quizá poco relevantes, hay un factor político: explicita que cada uno tendrá, en 2025, una lógica silvestre y autónoma de armado para las elecciones que vienen.

Los gobernadores instalaron, incluso, denominaciones propias, todas orientadas hacia el provincialismo. Ignacio “Nacho” Torres, por caso, agita su Despierta Chubut, algo parecido a lo que hacen Claudio Poggi en San Luis y Marcelo Orrego en San Juan. Hace rato, Alfredo Cornejo se mueve como “Cambia Mendoza” en su provincia y Gustavo Valdés tiene ECO en Corrientes. ¿Nacerá una nueva identidad nacional de esos espacios?

La hora de las bilaterales

La operación en bloque, como la referida al Presupuesto 2025, responde a un proceso de negociación global, pero se topa con una contrapropuesta de la Casa Rosada que sugiere negociar, en todo caso, de manera bilateral. Santiago Caputo, el gurú libertario, les plantea a los gobernadores amigables que no se preocupen por votar una ley de presupuesto, que no es necesaria, incluso que no les conviene.

El asesor les transmite que, sin ley de leyes, la Casa Rosada tendrá mayor discrecionalidad en el manejo de los recursos y de ese modo podrán hacer acuerdos mano a mano con los distintos gobernadores. Varias derivadas. Una de ellas es que si la restitución de fondos para las provincias se hace por presupuesto, eso se distribuiría entre todas las administraciones, incluso aquellas en manos de dirigentes a los que Milei detesta, como Axel Kicillof.

Los ex JxC pidieron, en la nota del martes, que se apruebe un presupuesto y que se incorporen modificaciones para restituir fondos a las provincias. La presunción es que, más que la cuestión fiscal –los retoques pedidos son menores, sin impacto en los números–, se trata de una cuestión política doble: no acceder a una negociación, porque podría verse como debilidad de Milei, y no incorporar cambios que implicarían más fondos para provincias opositoras como Buenos Aires, La Pampa o Formosa.

La duda de los gobernadores es primaria. Si en todo 2024, con absoluta discrecionalidad por la prórroga del presupuesto del 2023, la Casa Rosada no tuvo un trato preferencial con los amigables –más allá del reparto, con montos casi irrelevantes, de ATN– por qué lo haría en 2025. Una lectura optimista sugiere que a La Libertad Avanza (LLA) le sirve que espacios aliados tengan buena performance de gestión para, luego, tener buena performance electoral.

Pactar o no pactar

Ahí aparece la otra variable y tiene que ver con la voluntad del Gobierno de pactar, o no, con los gobernadores en las distintas provincias. A priori, por caso, Karina Milei expone una actitud belicosa con Jorge Macri en CABA, donde los libertarios dicen que no quieren ir a un acuerdo electoral. Otro menú exponen, hasta acá, respecto a provincias como Entre Ríos. Hace meses, hubo un mano a mano entre Karina y Frigerio en el que se coincidió en el diagnóstico de que la división del espacio del gobernador entrerriano y LLA podría facilitar una victoria del peronismo que, dijeron, no le conviene a ninguno de los dos.

Ahí aparece otro elemento importante: las provincias en las que se eligen senadores. Son casos que requieren un tratamiento puntual y preferencial, ya que es más tentador para libertarios y ex JxC, ante la hipótesis de una victoria, sellar acuerdos en los que cada uno se queda con una banca. 

En 2025, se eligen senadores en CABA, Chaco, Entre Ríos, Neuquén, Rio Negro, Salta, Santiago del Estero y Tierra del Fuego. Con solo 6 senadores –arrancó con 7, pero expulsaron a Francisco Paoltroni– no hay matemática electoral por la que LLA pueda sumar demasiados senadores. El atajo es que el PRO, ya atomizado, se convierta en un subsidiario formal de los libertarios. Luis Juez se mueve, hace tiempo, con esa hoja de ruta.

El caso de CABA, último refugio de los Macri, Mauricio y Jorge, inquieta a todos y aparece como un estorbo en la convivencia de esos diez mandatarios. Macri, en persona, activa su teléfono rojo para hablar con los jefes del PRO pidiendo que tengan una actitud de negociación dura con la Casa Rosada para mejorar, en términos globales, las chances del PRO. Tuvo, incluso, conversaciones con el santafesino Maximiliano Pullaro, cuyo mayor vínculo fuera de Santa Fe es con Lousteau.

Asoma, adicionalmente, un posible déjà vu que remite al 2015, cuando el PRO compitió por la jefatura de Gobierno con Horacio Rodríguez Larreta, y Lousteau fue por la UCR. Al titular del radicalismo se le termina el mandato, al igual que a Guadalupe Tagliaferri, cercana a Larreta. Karina Milei quiere, al menos, una de las dos bancas. Ocurre algo parecido en provincias como Neuquén o Rio Negro: LLA tiene tracción nacional, pero es un riesgo competir contra los gobernadores.

Cenital