A raíz del accidente del 10 de mayo, un análisis profundo que intenta dar cuenta del estado actual de los trenes y subtes del AMBA. Trabajadores y pasajeros comparten sus experiencias en el uso del servicio.
Millones de personas usamos el transporte público en Argentina todos los días. En los medios, sin embargo, solo hablamos del tema si pasó algo malo: un tarifazo, un accidente, demoras excesivas o un escándalo de corrupción. En casi todos los casos, la conversación llega tarde y es difícil entender el sistema de responsabilidades, subsidios, jerarquías, normativas y negocios que organiza el transporte en Argentina.
El viernes pasado, al escuchar la noticia de un choque de trenes en Palermo, en Cenital decidimos llamar a expertos y actores que pudieran responder las preguntas que nos hicimos muchos inmediatamente, guiadas, sobre todo, por la sensación de que cada vez pagamos más por un sistema que funciona cada vez peor.
En vías de desarrollo cuenta el transporte público en muchos niveles. Escriben en este especial Matías Brena y Agustina Ionno, trabajadores del tren y subte; Estefanía Santoro y Sebastián Rodríguez Mora, cronistas y pasajeros; Karina Niebla reconstruye el camino al accidente del 10 de mayo; Federico Poore describe el abandono en el transporte en la Ciudad de Buenos Aires; Fernando Bercovich argumenta por qué deberíamos estar pensando en la estatización del subte porteño; Florencia Halfon cuenta el rol que tuvo la corrupción en la Tragedia de Once; Federico Conditi describe posibles modelos para mejorar los trenes argentinos; y Rafael Skiadaressis explica quién financia qué en el mapa de transporte en nuestro país.
Ahora que las discusiones complejas sobre el rol del Estado se mezclan con las necesidades urgentes de mejorar el servicio de transporte, frenamos para poner foco en cómo llegamos hasta acá pero, sobre todo, en cómo podríamos seguir.
Cenital