EL ESTIGMA DE LA GRIETA, INCLUSO ENTRE LOS QUE DICEN QUE LA QUIEREN CERRAR

  • 5 Meses ago

No importaba quién ganara el balotaje. El destino era uno solo. No era fácil reconocerlo, pero pareciera que estamos marcados a fuego por la grieta. Es casi imposible salir de ahí, y de hecho muchas veces pareciera que es un terreno en el que muchos prefieren moverse. 

Ganaran Sergio Massa o Javier Milei, el camino obligado era el de la grieta. Totalmente contra fáctico, pero si ganaba UP ¿cuánto tiempo hubiera pasado para que el massismo hubiera empezado a chocar contra el kirchnerismo más duro, ese que nunca lo miró con los mejores ojos? 

Del otro lado, el de La Libertad Avanza (LLA) también se sabía que la grieta iba a aparecer. Porque se trata de una fuerza casi sin estructura propia, y que recurrió a los encantos del macrismo para llegar la presidencia. ¿Era gratis? Claro que no. Nada es gratis. «No compraron acciones acciones en el Gobierno», dijo sin miedo Guillermo Francos, futuro ministro de Interior. 

El nivel de locura y frenetismo que se vive desde que los libertarios (y el macrismo) ganaron las elecciones no tiene explicación. O tal vez sí, si se la busca por el lado de los cargos y las políticas a implementar, algo que se podría haber supuesto que ya estaba casi definido al momento de ganar la presidencia. 

Hoy es casi un todos contra todos. Macristas contra libertarios, libertarios contra libertarios, macristas contra macristas… No se discrimina. 

Patricia Bullrich finalmente -a menos que se vuelva a cambiar de parecer- será la ministra de Seguridad, aunque peleó también por áreas que hoy caen en Sandra Petovello. También quería tener cercanía con las Fuerzas Armadas pero ese es terreno de la vicepresidenta electa Victoria Villarruel. La dolarización parece que no era tan urgente y Emilio Ocampo no irá al Banco Central; pero tampoco irá Demian Reidel, quien sonó en su lugar. 

A Milei no le gustó la exposición de Villarruel como «solista» en alguna movilización y ahí también hubo roces. Como los que hubo toda la semana en el Congreso para definir quién presidirá Diputados. Cómo será la grieta que hasta se metió la actual vicepresidenta, Cristina Fernández, para decir que ese lugar lo debía ocupar uno propio de LLA. Y mientras tanto Milei quería armar puentes con el macrismo y el schiaretismo, aunque al mismo tiempo debía escuchar a los que apuraban el nombramiento de alguien del riñón de LLA. 

Carolina Píparo también fue una de las que entró y salió. Si de hecho la titular de Anses, Fernanda Raverta, la esperaba un lunes para arrancar la transición, pero finalmente el cordobés Osvaldo Giordano (hombre cercano a Schiaretti) estará al frente del organismo. Son solo algunas muestras de todas las grietas que se abrieron. Todos dicen que hay que cerrarla. Pero muchos se encargan de que se reproduzca por miles y tome todas las formas posibles.

El Cronista

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