INFLACIÓN AL ROJO VIVO: EL TRASLADO A PRECIOS DE LA DEVALUACIÓN Y EL IMPACTO EN EL BOLSILLO

  • 5 Meses ago

La devaluación del peso del 54% tendrá su correlato en los precios de alimentos y todo tipo de productos, importados, tarifas y combustibles, con una inflación que saltará entre un 20 y 40%. Licuación de gasto, salarios y programas sociales

La devaluación del peso del 54% anunciada ayer tendrá su correlato en los precios de alimentos y todo tipo de productos, importados, tarifas y combustibles, con una inflación que saltará entre un 20 y 40% según reconoce en propio Gobierno de Javier Milei en los próximos meses, lo que representará un fuerte golpe al poder de compra de salarios y asignaciones, incluso con las subas anunciadas para AUH o Tarjeta Alimentar.

«Vamos a estar un par de meses peor de lo que estuvimos antes», reconoció el ministro de Economía Luis Caputo en el anuncio grabado cuya difusión se postergó dos horas en medio de una jornada de comunicación caótica para la gestión libertaria-PRO.

«Esto genera una aceleración inflacionaria muy grande, con un 300% interanual para los próximos meses. Va a hacer que incluso quede levemente desfasado el anuncio de intentar recuperar el poder adquisitivo de la AUH y Tarjeta Alimentar sino que también va a atrasar salarios. Los demás precios van a aumentarse y van a hacer un pass-through pero el salario no«, detalló Martín Kalos, director de EPyCA. 

«El traspaso a precios ya se estaba adelantando, particularmente en alimentos, donde diciembre ya estaba proyectado en alrededor del 20% y posiblemente tendremos niveles similares en enero. Esa inflación va a durar, sobre todo si se agregan shocks sobre las tarifas, aunque todavía faltan precisiones. Dada la dinámica de precios es casi imposible mantener este valor fijo», indicó el ex viceministro de Economía Fernando Morra, hoy director de la consultora de Martín Guzmán, Sudamericana Visión.

«Con la canasta básica subiendo al ritmo del dólar y un enorme salto tarifario el aumento de AUH y Alimentar no va a compensar los efectos regresivos de la devaluación y el ajuste fiscal, principalmente porque dejan afuera a los informales sin planes y a los jubilados», enfatizó Morra.

Para la economista Victoria Giarrizzo, ahora secretaria de Industria de Entre Rios, analizó las medidas en la ex Twitter, hoy X. «Reducir ministerios, cargos políticos, subsidios, pautas, anular ingresos recientes al Estado, sacar las SIRA, hasta ahí va bien. Pero el paquete es incompleto. Me preocupan los jubilados, la industria, las pymes y, la inflación, que va a volar. El u$s 800 en 2 días queda atrasado», indicó a la vez que cuestionó las retenciones a las exportaciones industriales.

«El déficit fiscal es consecuencia de un problema mayor, que es un sistema productivo con baja capacidad de generar riqueza. Al plan le falta el componente productivo, y sin eso, el ajuste puede terminar siendo un asesinato«, enfatizó Giarrizo, que acompañó sus cuestionamientos con los saltos de los precios de la hacienda en la última semana, con subas del 30% y más.

Tarifas y combustibles

A las subas de los alimentos se sumarán los ajustes en precios hasta ahora regulados como tarifas de energía y transporte, que el vocero presidencial indicó que serán a partir del 1 de enero. El Gobierno debe convocar a audiencias públicas para avanzar con los cambios. Pero también el salto cambiario del 118% impactará en los combustibles, cuyos precios impactan en toda la cadena productiva. En la previa a los anuncios, las naftas saltaron 30% pero habrá más subas.

Kalos analizó que los anuncios están pensados para usar como ancla la política fiscal. «A la vez, se sumará la liberalización de precios, un sistema que estaba muy coordinado, ahora habrá precios que se actualicen, la famosa inflación reprimida y entonces estos meses, por ese lado -además de la devaluación abrupta que se acaba de anunciar- pasa a ser el punto de partida para poder pensar en una estabilización», señaló. 

Caputo en tanto apuntó contra los «precios bajísimos» que sostiene el Estado en tarifas energéticas y de transporte a través de los subsidios. «Este es el camino correcto, porque si seguimos por el otro camino seguiremos con más pobreza, e inflación», aseguró.

Los economistas de LCG coincidieron en que «la quita de subsidios, la devaluación a importaciones y la devaluación a exportaciones tendrán impacto en el nivel de precios y en el poder adquisitivo del salario«.  

La confianza, a prueba

  De esta forma, indicaron que «en los próximos 4 o 6 meses, la incidencia de este salto del nivel de precios en las tasas de inflación futuras dependerá del gobierno, de la confianza que pueda generar en la sociedad, y de cómo perciba ésta el conjunto de medidas». 

En un primer análisis donde destacan que los anuncios responden a «una receta clásica para encontrar equilibrio fiscal de manera rápida, sin reformas estructurales», LCG agrega que «no parecen ser muy ambiciosos como para mostrar un cambio de régimen que funcione como inicio de un programa de estabilización». 

La aceleración de la inflación, asimismo, permitirá ajustar todavía más, porque las partidas para los programas se licuarán en términos reales -es decir, los montos asignados no serán actualizados por la suba de precios- con las excepciones anunciadas.    

Caputo, en tanto, presentó el ajuste como un acto de justicia social. «Lo que te regalan en el precio del boleto, te lo cobran con los aumentos en el supermercado. Y con la inflación esta, son los pobres finalmente los que terminan financiando a los ricos»

El Cronista

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